Emblemática importadora de juguetes busca evitar la quiebra con propuesta de reorganización
Juguetes Internacionales, que trabaja con marcas como Chicco, además de varios otros juegos didácticos como masas de colores, y que fueran socios y fabricantes de las muñecas Jesmar, acusó graves efectos tras la crisis social y la pandemia.
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El eslogan 'Jesmar para jugar' marcó a varias generaciones. Las tradicionales muñecas fueron furor entre las décadas de los 80 y 90. En Chile, el fabricante español se asoció con la firma local llamada Juguetes Internacionales, la misma que esta semana solicitó la apertura de una reorganización judicial y así evitar la quiebra.
"Tenemos la convicción de la viabilidad de la compañía atendido su historia y las reestructuraciones que se encuentran actualmente desarrollando, lo cual nos permitirá cumplir con las obligaciones, y resguardar la fuente laboral de nuestros colaboradores, tal como ha ocurrido a lo largo de la trayectoria de la empresa", señalaron a la justicia Carlos y Rolf Klarmann Hares, representantes de Juguetes Internacionales, firma que es asesorada por el estudio de Luis Felipe Castañeda.
La empresa ya no fabrica las muñecas Jesmar, pero tiene la representación de reconocidas marcas internacionales, como Chicco, además de varios otros juegos didácticos como masas de colores.
La firma partió en los años 70, cuando la primera generación de la familia Klarmann abrió una pequeña tienda de juguetes y artículos de cumpleaños en la calle Augusto Leguía, cerca de la avenida Apoquindo. Hacia finales de dicha década la empresa contaba con tres locales comerciales y comenzó́ su operación de comercio mayorista.
Según explicaron sus socios a la justicia, durante la década del 80 la empresa se vio golpeada por la crisis de 1982. Salió adelante y, luego, sus fundadores se asociaron con la empresa española de juguetes Jesmar para en conjunto establecer una pequeña planta de ensamble de muñecas en el país, que con el correr de los años se transformaría en una fábrica de juguetes.
A mediados de la década de los 90 se incorporan a la empresa los dos hijos mayores de los fundadores con el objetivo de apoyar a sus padres en el crecimiento de los negocios y en el control de operaciones cada vez más complejas, señalaron en su escrito a la justicia.
"La grave amenaza para los negocios de la empresa que presentaba la competencia china desde finales de la década de 1990, llevó a sus ejecutivos a replantear su modelo de negocios, buscando abastecerse desde ese país", señalaron los actuales dueños.
Durante este mismo período, añadieron, los conflictos internos de los socios españoles terminaron por dar fin a la unión con ellos. De hecho, Jesmar desapareció en 2005 por problemas económicos y de gestión.
Juguetes Internacionales "se encontró de pronto y sin previo aviso sin su cadena de abastecimiento de materias primas y componentes desde España y a su vez impedidos de seguir explotando la marca española que trabajaba junto a sus socios españoles desde hacía décadas. Esta situación generó la más grave crisis de la empresa hasta ese momento", dijeron los Klarmann.
Volvieron a salir a flote, lo que involucró el cierre de la planta e importar todos los productos desde fábricas en China.
Años después, añadieron, llegó la crisis sub-prime del 2008 y 2009, lo que volvió a afectar sus ventas. "Luego de sortear esta nueva crisis, la empresa vivió un período de importante crecimiento entre los años 2010 y 2016. El año 2015, alentada por sus buenos resultados de los últimos años, la empresa invirtió en nuevos negocios, relacionados con el comercio minorista en productos distintos a los juguetes", señalaron los socios.
Explicaron que, a partir de 2016, la empresa se vio afectada por una fuerte caída en sus ingresos debido a tres factores principales: la pérdida de líneas estratégicas de productos, la declinación en ventas de líneas históricas y un fuerte cambio en la estructura de sus canales de distribución.
"A fines del 2018 la empresa se encontraba en posición de volver a crecer sostenida y sustentablemente (...). Adicionalmente a lo anterior, el directorio de la empresa decidió desprenderse de un negocio que mantenía en el extranjero y que presentaba malos resultados", se afirmó.
Ya en 2019, los socios destacaron que "se vivía un ambiente de gran optimismo" dentro de la compañía, pero llegó el estallido social. La empresa –según sus dueños- vio fuertemente afectadas sus ventas de Navidad, que representan la mitad de sus ingresos anuales.
"La liquidez de la empresa se vio afectada muy fuertemente", señalaron. Los socios de la empresa aseguraron que la cobertura por parte de medios de prensa en el exterior de la crisis social, produjo una reacción de gran temor en los proveedores estratégicos de la compañía.
Los dueños de la empresa señalaron que el año 2020 se estimaba sería un año débil en el mercado doméstico debido a las circunstancias político-sociales del país, pero se proyectaba que la venta de juguetes a otros mercados fuera de Chile podría ayudar a revertir los resultados.
"Inesperadamente y tan sólo meses después del comienzo de la crisis social en nuestro país, la pandemia por Covid-19 azotó al mundo entero y los planes de venta de la empresa sufrieron un nuevo y fuerte revés, por segunda vez consecutiva debido a factores exógenos y totalmente fuera de todo pronóstico y control", destacaron.
Añadieron que las ventas, tanto nacionales como internacionales, fueron fuertemente afectadas por la crisis pandémica. Adicionalmente, señalaron que la cadena de abastecimiento de la empresa fue afectada por los mismos motivos, generando graves retrasos en la llegada de la mercadería necesaria para enfrentar las ventas que si se habían asegurado.
El resultado de estos sucesos fue que la empresa cerró el año 2020 con las mayores pérdidas de su historia. El primer trimestre del año 2021, señalaron los socios, enfrentó a Juguetes Internacionales a su peor crisis de liquidez. Afirmaron que, pese a que la mayoría de los bancos estuvo de acuerdo con buscar soluciones y apoyar a la compañía, algunos optaron por ejercer acciones de pago. "Esto ha obligado a la empresa a buscar una salida que permitiera reestructurar sus pasivos con el acuerdo de todos sus acreedores", afirmaron los socios.